Acerca de la felicidad

El siguiente es un texto general de los aportes del Sr. Goenka en uno de los páneles en el Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, Enero, 2000 acerca del tema de "¿Qué es la felicidad? ¿Es esto todo lo que hay?"

Cada persona que está atendiendo este Foro pertenece a un grupo único de personas en nuestro planeta. Generalmente están entre los individuos más ricos, poderosos y exitosos del planeta. El simple hecho de ser invitado a atender el Foro Económico Mundia es un gran reconocimiento del status que cada participante ha adquirido entre sus compañeros y compañeras.

Cuando alguien posee toda la riqueza, el poder y el status que cualquiera pudiera desear, ¿significa esto que son verdaderamente felices? ¿Son todos estos logros y satisfacciones personales que traen "todo lo que hay"? ¿O existe algún grado mayor de felicidad que es posible alcanzar?

La felicidad es una condición efímera. Esta desaparece con rapidez. Esta aquí en un instante y desaparece al siguiente. Un día, cuando todo está yendo bien en tu negocio, tu cuenta bancaria y tu familia, la felicidad está allí. ¿Pero qué sucede cuando algo indeseado sucede? ¿Qué pasa cuando algo completamente por fuera de tu control sucede y perturba tu felicidad y armonía?

Toda persona en el mundo, independientemente de su poder y posición social, experimentará periodos en donde las circunstancias que surgen estpan fuera de su control y no son de su agrado. Podría ser el descubrimiento que tienes una enfermedad mortal; podría ser la enfermedad o muerte de alguien cercano y querido por ti; podría ser un divorcio o el descubrimiento que tu cónyuge te ha estado engañando con alguien más. Entre las personas que son adictas al éxito en la vida, podría incluso ser simplemente un fracaso: una mala decisión de negocios, tu compañia siendo comprada y la pérdida resultante de tu trabajo, perder en un comisio electoral, alguien más obteniendo el ascenso que querías, o que tu hijo huya de tu casa o se rebele o rechaze todos los valores que tu tienes en estima. Sin importar cuanta riqueza, prestigio y poder puedas tener, tales eventos indeseados y fracasos generalmente generan gran miseria en la vida.

En seguida surge la pregunta: ¿cómo hay que lidiar con estos periodos de infelicidad que arruinan lo que sería, en otras circunstancias, una vida ideal? Tales periodos son inevitables, aún en la vida más encantadora. ¿Te comportas de una manera balanceada y ecuánime antes ellos o reacciones con aversión por la miseria que estas experimentando? ¿Comienzas a ansiar tener tu felicidad de vuelta?

Aun peor es que cuando te vuelves adicto a la felicidad y a que todo suceda siempre como quieras que suceda, la miseria que ocurre cuando las cosas no suceden a tu manera se vuelve aún mayor. De hecho, se vuelve insoportable. Comúnmente motiva a las personas a recurrir al alcohol para manejar la decepción y la depresión y a recurrir a pastillas para dormir para obtener el descanso que necesitan para seguir adelante. Todo esto mientras le decimos al mundo externo, y a nosotros mismos, que somos sublimemente felices debido a nuestra riqueza, poder y posición.

Vengo de una familia de negocios y fue un empresario y hombre de negocios desde una edad muy temprana. Construí ingenios azucareros, tejedurías y fábricas de mantas y establecí firmas de importación y exportación alrededor del mundo. En este proceso, gané mucho dinero. Sin embargo, también recuerdo vívidamente como solía reaccionar a los eventos en mis negocios y en mi vida personal durante estos años. Cada noche, si había fracasado en ser exitoso en alguna transacción de negocios durante el día, me acostaría despierto por horas y trataría de descifrar qué había salido mal y qué debería hacer a la próxima. Aún si había logrado un gran éxito en el dia, yacería saboreando mi logro. A pesar de que gozaba de gran éxito, esto no era felicidad ni tranquilidad mental. Encontré que la felicidad estaba muy cercanamente relacionada con la felicidad y, con frecuencia, no tenía ninguna; sin importar mi dinero ni status como lider en la comunidad.

Recuerdo mi poema favorita relacionado con este tema:

Es fácil sonreir, cuando la vida se desliza como una dulce canción;
Pero el hombre que vale la pena es el hombre con una sonrisa,
cuando todo sale terriblemente mal

Cómo cada uno de nosotros maneja estos periodos en los que las cosas suceden "terriblemente mal" es un componente principal del "significado de la felicidad", sin importar nuestra cantidad de dinero, poder y prestigio.

Es una necesidad humana básica el que todos quieran vivir una vida feliz. Para esto, uno primero debe experimentar felicidad verdadera. La así llamada felicidad que uno experimenta al tener dinero, poder y complaciéndose en los placeres sensuales, no es una felicidad real. Es muy frágil, inestable y no dura mucho. Para la felicidad verdadera, para una felicidad estable y duradera, uno debe realizar un viaje profundo hacia su interior y asegurarse que uno se deshaga de toda la infelicidad y miseria que está almacenada en los niveles más profundos de la mente. En la medida en que la infelicidad continúe siendo generada en el día a día, esta acumulación se multiplica y todos los intentos de sentirse feliz en el nivel superficial de la mente serán futiles.

En la medida en que uno continúe generando negatividades como ira, odio, mala voluntad, animosidad, etc., la acumulación de infelicidad continúa multiplicándose. La ley de la naturaleza es tal que apenas uno genera una negatividad, la infelicidad surge simultáneamente. Es imposible sentirse feliz y en paz cuando uno está generando negatividad en la mente. La paz y la negatividad no pueden coexistir igual que la luz y la oscuridad no pueden coexistir. Existe un ejercicio sistemático y científico que fue desarrollado por un gran super-científico de mi pais antiguo por el cual uno puede explorar la verdad del fenómeno mente y materia al nivel de la experiencia. Esta técnica se llama meditación Vipassana, que significa observar la realidad objetivamente, tal y como es. Es técnica le ayuda a uno a desarrollar la capacidad de sentir y comprender la interacción mente y materia dentro la estructura física propia.

Durante un curso de 10 días de meditación Vipassana, uno observa silencio al no hablar con ningún otro participante. Esto ayuda a volver la mente más tranquila y sensitiva. Por supuesto, uno es libre de hablar con el profesor si tiene alguno pregunta o con la administración si tiene algún requerimiento o problema personal que pudiera encontrar con las facilidades. De lo contrario, en silencio.

El curso comienza al centrar la atención completa en la respiración propia: el flujo de la respiración en la medida en que pasa adentro y afuera de las fosas nasales y las sensaciones físicas que ocurren en la medida en que pasa por las fosas nasales, más alla de los aros de las fosas nasales y a través del área debajo de la nariz y encima del labipo superior. Cuando comienza tu práctica por primera vez, la mente se distraerá casi inmediatamente en tus pensamientos, fantasias y recuerdos. Apenás te des cuenta que la mente se ha distraido, regresas con gentileza a la consciencia de la respiración. Lentamente, a lo largo de los siguientes tres días, la mente se calmará y se volverá mucho más concentrada. Para el cuarto día, la mayoría de los estudiantes experimentan que su mente está relativamwente concentrada y puede mantenerse en el objeto simple de la respiración por 1, 2, 3 o incluso 5 minutos seguidos sin distraerse.

Otra cosa que sucede a lo largo de los primeros días del curso: la mente se vuelve mucho más sensible de lo que ha sido en el pasado. El silencio y la meditación continua en la respiración causan que la mente comience a sentir las sensaciones físicas en el cuerpo a un nivel mucho mpas sutil del que ha sentido en el pasado. Primero en el área alrededor de la nariz: sensaciones sutiles, oscilaciones y otras sensaciones.

En la tarde del cuarto día del curso, el objeto de la meditación cambia de la atención a la respiración a la observación de las sensaciones físicas en el cuerpo. Comenzando desde la cima de la cabeza, la atención se mueve lenta y cuidadosamente a travez del cuerpo completo, una parte a la vez, observando todas y cada una de las sensaciones que uno encuentre y se entrena a la mente para que no reaccione a ninguna sensación que experimente. Que no reaccione a la sesnaciones desagradables, como el dolor, con aversión y odio, queriendo que desaparezca, y no reaccionando a las sensaciones muy agradables, sensaciones de dicha, con avidez y apego y queriendo que no desaparezcan. Simplemente se entrena a la mente para que observe todas las sensaciones físicas en el cuerpo con ecuanimidad y sin reaccionar.

En nuestras experiencias pasadas, cada vez que hemos experimentado cualquier cosa, junto con la experiencia, habia alguna sensación en el cuerpo y la mente reaccionaba a esta sensación ya sea con gusto o con disgusto. La mente normalmente es muy poco sensitiva para ser atenta de la sensación que ha ocurrido, pero siempre hay una reacción a algún nivel inconsciente de la mente y la reacción se almacena en el complejo mente y materia. El condicionamiento almacenado eventualmente surgen otra vez y magnifica cualquier nueva experiencia de un tipo similar.

La observación de la sensaciones físicas sin reaccionar que sucede en la meditación Vipassana produce efectos notables. Causa que los condicionamientos pasados almacenados como la ira, el odio, la mala voluntad, la pasión, etc., surjan a la superficie de la mente y se manifesten como sensaciones. La observación de estas sensaciones sin reaccionar causa que desaparezcan, capa por capa. Tu mente entonces se libera de muchos de estos condicionamientos y puede lidiar con las experiencias en la vida sin el color de las experiencias pasadas.

Todo el propósito de Vipassana es el descondicionamiento de la mente para que uno pueda vivir una vida feliz. Una vida llena de amor, compasión y buena voluntad para todos.

Remover los condicionamientos antiguos de la mente y entrenar la mente para que sea más ecuánime con cada experiencia es el primer paso para poder experimentar la felicidad verdadera.